martes, marzo 28, 2006

Led Zeppelin – Untitled 4 (1971)



Digamos que te gusta el rock. Lo puedes escuchar, lo puedes disfrutar, lo puedes sentir, pero no lo puedes describir. Buscas una forma de mostrarle a los demás cual es tu sensación al escuchar rock n roll. Tratas de encontrar en todo tu repertorio algo que destaque la esencia de lo que quieres, de lo que amas, de lo que deseas. Y llegas a Led Zeppelín.

(Si, puede que sea un articulo un poco auto referente, pero que mejor manera de mostrarles esta joyita musical que desde la perspectiva de un fanático.)

Ahora, que encuentras cuando juntas a 4 extraordinarios músicos, un extrovertido y a la vez profundo vocal, un poeta para sus seguidores, un virtuoso guitarrista capaz de crear operas divinas con un par de cuerdas y líder artístico de la banda, un introvertido pero creativo músico encargado de las profundas bases y ambientaciones de cada uno de los himnos, en poder de su bajo y por ultimo pero no menos importante, el rey de la percusión en el hard rock, sino el baterista mas importante de todos los tiempos, “el poder detrás de la magia” (Q.E.P.D); encuentras una increíble banda capaz de llevarte desde lo mas simple del blues y el folk-rock, hasta entregarte himnos angelicales fundados en la poesía, sicodélica y hard rock.

Y que mejor ejemplo de todo esto con el disco de hard rock mas vendido en los Estados Unidos (siendo una banda oriunda de Londres, Inglaterra). No es que haya sido vendido solo por ser un grupo integrado en el mainstream de los 70’s, que había demostrado con sus 3 discos anteriores que eran capaz de romperte la cabeza, haciéndote creer que Dios existe y estar encarnado en estos 4 señores, sino que es lejos el disco mas coherente, complejo y variado creado por estos genios del arte.

En busca de darles mi humilde opinión del disco, y sin querer darles una interpretación creada de cada tema, hay que referirse a ciertos hitos del disco.

Comienza con “Black Dog”, canción eminentemente rockera, eléctrica, potente, idónea para inaugurar una obra como esta, con riffs intrincados en manos de Jimmy Page y una intro memorable merito de la garganta de Robert Plant. El resto de la canción habla por si sola; puro Zeppelín.

Seguimos con “Rock N Roll”, un tema adelantado para su época, con toda la potencia de la batería de Bonham (ojo con los platillos, permanentes durante toda la canción), gran preparación de riffs por parte de Page, que salen por si solos; sin duda un himno de todos los tiempos. La banda suena en una armonía perfecta, y con un fondo de piano que rememora al antiguo rockanroll de los 50’s.

Curiosamente ahora nos vamos a las bases del folk de la antigua isla, con ritmos celtas y escoceces, bajo el dominio de la mandolina de Page, y la vocalizacion poética de Plant, amante de Tolkien y de las artes mágicas británicas. Una canción con temática mitológica, digna de cuentos épicos medievales, espadas, calabozos y dragones. Formula acústica ya antes utilizada en el disco anterior, pero nunca agotada y notablemente mejorada.

Stairway to Heaven; nada mas que decir. Quien no la ha escuchado aunque sea una vez en su vida, y si no lo han hecho, se han perdido lejos la mejor balada rock que existe (si es que se le puede llamar balada). Más que una canción, una obra que tiene todo lo que se pudiese desear. El paradigma de la belleza. Una guitarra maravillosa, pausada, complicada, acompañada de una base instrumental de fondo, y dominando el escenario la voz de Robert, recitando una oda en la que nuevamente destaca su adoración por el misticismo histórico, Tolkien, y la magia. Una de esas canciones que se inicia lentamente, para posteriormente ir agarrando impulso, poco a poco, con leves arreglos, hasta la intromisión de una batería potente, y el clímax vocal, con una letra que evoca miles de sentimientos, pura poesía. Simplemente la historia de una mujer que esta comprando una escalera al cielo. El resto conclúyanlo ustedes solos.

Luego tenemos dos temas a la vieja usanza de Led; Misty Mountain Hop y Four Stick, con riffs bluseros, rockeados, inspirados en las sesiones de jam de la banda. Demostrando también el gusto por la música acústica norteamericana, nace este himno para la revolución de las flores, a lo Peter, Paul and Mary, Simon & Garfunkel y Joni Mitchell (inspirada en una canción de esta misma, llamada “California”), Going To California, balada folk única.

Por ultimo, como broche de oro, que mejor final que terminar con una versión de When

The Levee Breaks, canción blues de la década de los 20’s. Arreglos con batería, una guitarra como sacada del delta, arreglos de harmónica, y Plant haciendo lo que sabe, cantando con garra al son de los riffs de Page.

En consecuencia, un disco que nos muestra el De Adonde Venimos y el Para Donde Vamos, de la banda mas grandiosa del Hard Rock de todos los tiempos, Led Zeppelín.

En si, el disco habla por si solo, no les queda más que escucharlo.

Amén

“And as we wind on down the road
Our shadows taller than our soul.
There walks a lady we all know
Who shines white light and wants to show
How everything still turns to gold.
And if you listen very hard
The tune will come to you at last.
When all are one and one is all
To be a rock and not to roll.

And she's buying a stairway to heaven.”

by Watapike