lunes, junio 11, 2007

Everlong.

Los ojos se me empiezan a cerrar y en mi mente empiezan a sonar los primeros acordes de Everlong. Alcanza a pasar un solo segundo, quizás menos…

…y esto no es buena idea, me estoy quedando dormido en clases. Vuelvo en mí, abro los ojos y mi atención aterriza. Definitivamente no creo que haya pasado más de un segundo. Escucho, tomo apuntes, e intento evadir el sopor, y creo que tengo éxito, pero la canción sigue ahí, acompañándome desde el reproductor mental que todos tenemos incorporado. No será una versión enteramente fidedigna, pero mantiene toda su esencia.

Tengo mi atención dividida, entre la clase y Everlong e inevitablemente, haciendo mi reproducción mental más completa, me vienen imágenes del video a acompañar a la canción. Ese genial clip de Michael Gondry que combina su particular estilo onírico con el buen humor de los Foo Fighters. Creo que fue aquí donde estrenó eso de “las manotas”, antes de “La ciencia del sueño” (de hecho casi 10 años antes).

Todos tenemos nuestro repertorio mental, que nos acompaña al caminar, andar en micro, etc, etc (¿o habrá alguien tan apagado que no tenga nada de su gusto?). Haciendo lo que sea y donde sea muchas veces nos viene a la mente una canción, y de este modo, últimamente Everlong ha rotado en mí con cierta frecuencia.

La simpleza y originalidad de su música es genial -y por que no- perfecta dentro de su estilo. Vista como guitarrista autodidacta es hasta envidiable lo que como guitarrista compuso este baterista que es en origen Dave Grohl: una melodía con tanto gancho como sentimiento. Por lo mismo, y como cuestión anecdótica, me llamó la atención en su momento leer a Dave comentando que al escuchar el resultado final pensó haber plagiado el sonido de Sonic Youth (sin desmerecer). Definitivamente tiene un sonido muy propio, que con buen tino, ni los mismos Foo Fighters han vuelto a aprovechar.

La letra, supuestamente basada en la relación de Dave con una amiga de juventud, es lo que imprime la sensación final: una combinación entre nostalgia, pasión y añoranza, que convirtió a Everlong en el clásico de rock contemporáneo que es hoy. Muy inspirada, y totalmente acorde con la música y su sentimiento. No creo que haya alguien a quién le guste la canción y no se sepa la letra, o al menos el coro.

Es una canción que prende, que se hace sentir y se deja escuchar, y sobre todo, que logra identificación con quién la escucha. Es fácil internalizarla y hacerla propia. Al menos en mi caso, hace rato que terminó la clase y no la logro sacar de mi cabeza.